Por Anthony Almonte Minaya
La batalla del 19 de marzo de 1844, cuyo 181.º aniversario conmemoramos, marcó un punto de inflexión en la lucha por la independencia dominicana. El liderazgo del general Pedro Santana fue fundamental para la victoria, pues no solo organizó la defensa de Azua, sino que implementó tácticas militares que permitieron resistir y derrotar a un ejército haitiano superior en número y armamento.
Desde el inicio del conflicto, Santana demostró una capacidad estratégica excepcional. Reconociendo la ventaja de la defensa sobre el ataque directo, posicionó sus tropas en el camino de San Juan y estableció un plan de combate basado en el uso eficiente de la artillería y la resistencia organizada. Con el apoyo de Antonio Duvergé, Feliciano Martínez, Manuel Mora y otros oficiales, fortaleció la línea de defensa dominicana y utilizó el terreno a su favor, lo que resultó clave para frenar el avance haitiano.
Uno de los mayores aciertos de Santana fue su habilidad para motivar a las tropas y mantener la moral alta a pesar de las dificultades. Sus decisiones tácticas incluyeron emboscadas, el posicionamiento estratégico de la artillería y la movilización rápida de la caballería para contrarrestar los ataques enemigos. Su liderazgo fue crucial en los momentos críticos de la batalla, permitiendo que los dominicanos resistieran y, finalmente, obligaran a los haitianos a retirarse.
Además, tras la batalla, Santana adoptó una estrategia de retirada táctica hacia Sabana Buey y Baní para reorganizar las fuerzas dominicanas y asegurar un contraataque efectivo en futuros enfrentamientos. Aunque en su momento algunos malinterpretaron esta maniobra, con el tiempo se ha reconocido como una jugada estratégica clave que permitió consolidar la defensa del país y garantizar la continuidad de la lucha independentista.
La batalla del 19 de marzo de 1844 en Azua fue el primer gran enfrentamiento entre las fuerzas independentistas dominicanas y el ejército haitiano tras la proclamación de independencia. Más que una simple confrontación militar, este episodio marcó la determinación del pueblo dominicano de defender su naciente soberanía.
Los dominicanos, bajo el mando del general Pedro Santana, resistieron el avance haitiano con una fuerza de apenas 800 combatientes en acción, frente a un enemigo que cuadruplicaba sus números. A pesar de esta desventaja, la valentía de oficiales como Antonio Duvergé, Feliciano Martínez, Manuel Mora, Juan Esteban Ceara, José Leger, Vicente Noble y Marcos de Medina, entre otros, resultó decisiva para rechazar el ataque inicial.
El liderazgo de Pedro Santana en esta batalla ha sido objeto de múltiples interpretaciones. Por un lado, su estrategia permitió contener la embestida haitiana, obligándolos a replegarse hasta el río Jura. Sin embargo, su posterior retirada hacia Baní ha generado críticas y debates históricos. Algunos consideran que abandonar Azua fue una medida prudente, ya que el ejército dominicano carecía de recursos suficientes para mantener la defensa ante una posible nueva ofensiva. Otros, en cambio, ven esta acción como un error que pudo haber comprometido la victoria obtenida en el campo de batalla.
Lo cierto es que, aunque los haitianos lograron ocupar Azua tras la retirada de Santana, no pudieron consolidar su posición ni avanzar con éxito hacia Santo Domingo. En retrospectiva, la retirada estratégica permitió reorganizar las fuerzas dominicanas y evitar una derrota total. La historia juzga a los líderes no solo por sus decisiones inmediatas, sino por sus consecuencias a largo plazo. Y en este caso, la lucha de marzo de 1844 fue un peldaño esencial en la consolidación de la independencia dominicana.
Así, la batalla del 19 de marzo no solo dejó en la memoria colectiva los nombres de sus héroes, sino que también nos recuerda la complejidad de la guerra, donde cada decisión puede significar la diferencia entre la victoria y la supervivencia. Este 181. aniversario es una oportunidad para recordar y valorar el sacrificio de los patriotas que hicieron posible la libertad y soberanía del pueblo dominicano.
Referencias bibliográficas
• Beras, F. E. (1962). Las batallas de marzo. Revista Clío, (118-119), 35-67.
• Goico Castro, M. J. (1970). En torno a Pedro Santana. Santo Domingo, República Dominicana: Imprenta Compostela.
• Guerrero, J. G. (2018). A Pedro Santana lo pueden sacar del Panteón, pero no de la Historia. ECOS: Órgano del Instituto de Historia de la UASD, 25(1), 16.
• Inoa, O. (2013). Historia dominicana. Santo Domingo, República Dominicana: Letra gráfica.
• Jiménez Grullón, J. I. (1974). Sociología política dominicana: 1844-1966. Santo Domingo, República Dominicana: Editora Taller.