Por HUMBERTO CONTRERAS VIDAL
Cuando se investiga en libros y en la internet acerca del color del oro (Au) se puede encontrar que el oro de es de color amarillo. Un amarillo -dorado- exclusivo, tal como ocurre con todos los metales.
La plata (Ag), el níquel (Ni) y el cobre (Cu) también tienen sus propios colores. De aquí que se diga, este objeto es de color plateado, niquelado o cobrizo, respectivamente; según quede asociado al color de la plata, el níquel o el cobre.
¿A qué se debe entonces que se venden joyas de oro blanco?
El oro puro es un metal suave y muy maleable. Esto significa que se dobla y puede modificarse con facilidad. Por esa razón, se suele mezclar con otros elementos químicos para aumentar su dureza, resistencia y durabilidad.
Este tipo de mezclas sólidas reciben el nombre de aleaciones. Por tanto, mientras al oro puro se le dice que es de 24 kilates (24K); las aleaciones de oro en la cual hay un 75%, 59% y 42 % de oro, corresponden a 18, 14 y 10 quilates respectivamente.
Dichas categorías influyen directamente el precio de los objetos que se hayan fabricado de oro. Ya que, 18 kilates, significa que tiene 75 % de oro y el resto es de otros metales como el cobre y la plata.
Si el oro es mezclado con metales de colores “claros” y “blancos” como el paladio (Pd), platino (Pt), plata (Ag) y níquel (Ni) entonces se obtiene lo que se ha llamado oro blanco.
Por tanto, el oro blanco es una aleación (solución sólida) de, al menos, los 5 elementos químicos que se han señalado anteriormente.
En síntesis, el oro blanco es en realidad, un oro de menos pureza mezclado con otros metales de colores “blancos”.